Hablar del Porsche 911 930 Turbo es hablar de uno de los coches más influyentes y respetados en toda la historia del automóvil. Este modelo no solo revolucionó la gama 911, sino que redefinió lo que significaba un coche deportivo en los años 70 y 80. Su combinación de potencia explosiva, manejo desafiante y un diseño tan peligroso como icónico lo convirtió en una leyenda viva, aún venerada por los amantes del motor.
Presentado en 1974 y comercializado desde 1975, el Porsche 930 Turbo fue el primer 911 equipado con un turbocompresor. Representó un salto tecnológico enorme dentro de la marca, que supo recoger la experiencia adquirida en competición y trasladarla a un coche de calle. La idea original era sencilla: ofrecer un 911 más rápido, más radical y más exclusivo que cualquier otro modelo producido hasta entonces. Lo que nadie imaginaba es que el 930 acabaría definiendo el ADN del 911 Turbo durante décadas.
Este artículo profundiza en su motor, su diseño, su ingeniería y su impacto, además de incluir una tabla completa de especificaciones técnicas y un análisis de su precio en su época y en el mercado actual de clásicos.
Diseño exterior: el nacimiento del “Widowmaker”
El Porsche 930 Turbo debía diferenciarse visualmente del resto de la gama, y lo hizo siguiendo una filosofía agresiva y musculosa. Su característica más reconocible fue el icónico alerón trasero tipo cola de ballena, más tarde evolucionado a la forma de “tapa de intercooler” en versiones posteriores. Este elemento no solo aportaba presencia, sino que mejoraba la refrigeración del motor y aumentaba la estabilidad a altas velocidades.
Carrocería ensanchada
El 930 incorporaba pasos de rueda más amplios para alojar neumáticos de mayor tamaño, necesarios para transmitir su potencia al suelo. Las vías aumentadas y las llantas Fuchs ensanchadas reforzaban la sensación de deportividad y agresividad.
Un frontal simple, pero intimidante
El frontal, fiel al diseño del 911 clásico, mantenía los faros redondos pero añadía un paragolpes más robusto con goma negra, típico de la época. La estética general evocaba pureza mecánica, una mezcla irresistible entre elegancia alemana y brutalidad tecnológica.
Interior: deportivo, minimalista y puramente Porsche
El interior del Porsche 930 Turbo seguía la filosofía clásica de la marca: un habitáculo enfocado en la conducción, con una posición baja y una instrumentación clara dominada por el enorme cuentarrevoluciones central. Los materiales eran de alta calidad para la época, con cuero, moquetas gruesas y mandos metálicos.

Los asientos deportivos, con apoyo lateral reforzado, estaban diseñados para soportar fuerzas laterales considerables, especialmente teniendo en cuenta que el 930 exigía manos expertas. Aunque no era un coche pensado para el lujo, sí ofrecía opciones como:
- Aire acondicionado
- Radio cassette
- Techo solar
- Paquetes de cuero mejorado
- Asientos calefactables (opcionales en algunos mercados)
El motor del Porsche 930 Turbo: una obra de ingeniería
El corazón del 930 Turbo era un motor derivado del 3.0 bóxer del 911 Carrera RSR, pero mejorado y preparado para soportar la sobrealimentación. Posteriormente, en 1978, la cilindrada aumentó a 3.3 litros e incorporó un intercooler, mejorando potencia y fiabilidad.
A continuación tienes la tabla con las especificaciones técnicas representativas del Porsche 911 Turbo 3.3 (930), la versión más icónica:

Especificaciones de Motor – Porsche 911 930 Turbo 3.3
| Apartado | Especificación |
|---|---|
| Código del Motor | 930/60 (versiones europeas) |
| Configuración | Bóxer de 6 cilindros, turboalimentado |
| Posición | Trasera longitudinal, colgado detrás del eje |
| Cilindrada | 3.299 cc |
| Árboles de Levas | Un árbol de levas por bancada (SOHC) |
| Válvulas | 2 por cilindro (12 en total) |
| Alimentación | Inyección mecánica Bosch K-Jetronic + turbo KKK |
| Potencia (Versión de Calle) | 300 CV a 5.500 rpm |
| Par Máximo | 430 Nm a 4.000 rpm |
| Transmisión | Manual 4 velocidades (G20), RWD |
| Rendimiento | 260–270 km/h (según versiones) |
| Aceleración | 0–100 km/h en 5,2–5,4 s |
Un comportamiento extremo: el origen del apodo “Widowmaker”
El Porsche 930 Turbo ganó fama por ser un coche tan apasionante como peligroso. El problema no era la potencia, sino cómo llegaba. El turbo KKK tenía un retardo notable (turbo lag), y cuando la presión llegaba, lo hacía de manera violenta. Esto provocaba que el coche pasara de moderado a brutal en cuestión de milisegundos.
Un motor explosivo
Cuando el turbo entraba en acción alrededor de las 3.500 rpm, liberaba un golpe de potencia que exigía manos expertas y una enorme capacidad de reacción. Si se aceleraba demasiado en una curva, la trasera podía descontrolarse sin aviso.
Tracción trasera y motor colgado detrás
El diseño clásico del 911 —motor muy atrás— proporcionaba una enorme tracción en recta, pero también un comportamiento sobrevirador que requería precisión quirúrgica. Esto, sumado al turbo lag, convirtió al 930 en un coche difícil para conductores inexpertos.
Pero también un superdeportivo adelantado
A pesar de su fama, el 930 era sorprendentemente estable a alta velocidad y tenía un agarre excepcional si se conducía correctamente. Para muchos pilotos y aficionados, dominarlo era una experiencia casi espiritual.
Carrocería, aerodinámica y extras
Aerodinámica
El diseño del 930 no era solo estético. El enorme alerón trasero aumentaba la carga aerodinámica y permitía alojar el intercooler (en el 3.3). Además:
- El ancho de vías mejoró estabilidad.
- El paragolpes delantero reducía turbulencias.
- La carrocería ensanchada permitía neumáticos más anchos.


Extras disponibles
- Interior completamente en cuero
- Asientos deportivos específicos
- Radio Becker o Blaupunkt
- Llantas Fuchs de 16 pulgadas
- Aire acondicionado
- Diferencial autoblocante
- Techo solar
- Cristales tintados
- Reposacabezas regulables
Prestaciones en la vida real
El Porsche 930 Turbo no solo era rápido en cifras. La experiencia al volante era intensa, ruidosa y visceral. El sonido del bóxer refrigerado por aire, mezclado con el silbido del turbo, creaba una banda sonora única.
Sensaciones al volante
- Dirección directa y pesada.
- Pedales rígidos pero precisos.
- Cambio corto y mecánico.
- Turbo lag seguido de una explosión de potencia.
Conducción pura, sin ayudas electrónicas. Cada curva era un compromiso entre valentía y técnica.
Precio en su época y precio actual
Precio original
Cuando salió al mercado:
- Porsche 930 Turbo 3.0 (1975): 25.000–30.000 € (equivalente aproximado)
- Porsche 930 Turbo 3.3 (1978–1989): 40.000–50.000 €
Era un coche muy caro para la época, reservado a clientes pudientes.
Precio actual en el mercado de clásicos
Hoy el Porsche 911 930 Turbo es una pieza de colección:
- 930 Turbo 3.0: 200.000–300.000 €
- 930 Turbo 3.3: 120.000–200.000 €
- Unidades especiales o con pocos km: más de 250.000 €
- Versiones con historial impecable: 350.000 € o más

Legado del Porsche 930 Turbo
El 930 Turbo cambió Porsche para siempre. Fue el primer gran superdeportivo turboalimentado de producción en masa y marcó el inicio de la saga 911 Turbo. Su diseño influenció modelos posteriores y su comportamiento extremo lo convirtió en leyenda.
Representa una era pura, sin ayudas electrónicas, en la que conducir exigía habilidad real. Por eso, hoy es uno de los Porsche más venerados por coleccionistas, pilotos y entusiastas del motor.
Conclusión
El Porsche 911 930 Turbo es uno de los coches más influyentes de la historia. Su motor turboalimentado, su diseño agresivo, su comportamiento desafiante y su impacto cultural lo convirtieron en un icono que sigue siendo irresistible. Fue salvaje, imperfecto y peligroso, pero también emocionante, innovador y bello. Un superdeportivo que no buscaba ser fácil, sino inolvidable.
